La cochambrosa izquierda hispanofacha,
con una imperdonable caradura,
quiere imponernos ahora la censura
porque da la impresión de estar borracha.
Teniendo una mente de cucaracha,
pretenden imponernos su incultura
y quieren hacerlo con gran premura
porque Albert, Pedro y Pablo están en racha.
No tratar bien el tema homosexual
conllevará la pena capital.
Y con esta ley, de forma tajante,
las bromas sobre gays serán proscritas
puesto que ya de ahora en adelante
ya todos seremos hermafroditas.