La izquierda está imponiendo su clima de violencia,
igual que lo hizo antaño el Frente Popular,
pues entonces la izquierda se atrevió a asesinar
sin respetar a nadie y con gran insolencia.
Ahora el socialismo, como ve su impotencia,
pues a lo que parece, se va a desmoronar,
se revuelve con furia y no para de agitar
para coger el mando con trampa y con urgencia.
Asaltan con frecuencia cajeros y mercados,
los hay muy anarquistas que a los guardias no temen,
y para hacer escraches están muy entrenados.
Suelen acompañarse de las chicas de Femen,
y al verlas tan en cueros, se sienten excitados
y tienen tentación de ofrecerles su semen.