La Segunda República tenía un clima
de violencia, asesinato y crispación
y el socialismo en aquella ocasión
gobernaba con la izquierda en la cima.
Algo muy parecido se aproxima
con tanta ruda manifestación;
este es el clima que dejó el de León
tras dos legislaturas que dan grima.
El socialismo tiene martingalas
para que siempre triunfen sus faenas
y si no lo consigue por las buenas
trata de conseguirlo por las malas.
Prieto no quería a Calvo Sotelo
y un amigo suyo lo mandó al cielo.