Las comadres peperas se pelean
y se propinan sonoros sopapos,
tienen que tragar repugnantes sapos,
pero de sus poltronas no se apean.
La vagancia de don Mariano airean
y a su gobierno, que ya es solo guiñapos,
lo convierten en malolientes trapos,
mientras los ciudadanos se cabrean.
Con un PP que no da pie con bola,
y una izquierda marxista antiespañola,
nos estamos acercando al abismo,
pues no se ve a nadie que diga ¡basta!
Ciudadanos será más de lo mismo
porque Rivera imitará a la casta.