Los años pasan y yo duro y duro,
y ya voy caminito de los cien.
Mi esqueleto aguanta bastante bien
aunque hay días que paso algún apuro.
Es cierto que mi andar es inseguro,
mas mis neuronas trabajan chipén
pues todas funcionan a tutiplén,
aunque Magda me acusa de inmaduro.
Yo veo completamente normal
si ella conmigo la paciencia pierde;
lo que sí me sonaría fatal
es que me acusase de viejo verde.
Pero no lo hace, pues verde o madura,
somos una pareja con ventura.