Salvador Freixedo

El ser cajera de un supermercado
les gusta más que besar a un bebé.
El instinto materno se les fue
y ahora tendrán que purgar su pecado.

Ahora informan a cómo está el pescado,
y que ha subido el precio del café,
y tendrán que estar ocho horas de pie
aguantando a mucho cliente pesado.

En el hogar tenían libertad
para moverse por la casa o salir;
ahora no les permiten rebullir

y les prohíben la movilidad.
Y en su casa, al llegar, nadie dirá:
Te quiero mamita. Hola mamá.

Más sonetos de Salvador Freixedo

POBRES NIÑOS SIN MAMÁ ESTAFADOS

(Para Miguel, Ricky y Jaime) Pobres niños sin mamá, estafadospor unos miserables egoístas,que además de ser malos artistasvan a ser unos padres desalmados. Pobres niños

AYUNTAMIENTOS

Ahora no se llaman ya ayuntamientos,ahora son manadas de vividores,y lo que quieren estos malhechoreses multiplicar sus emolumentos. En subir sueldos, no son nada lentos,y