Nuestra clase política villana,
que gobernando lo ha hecho tan mal,
es tan solo una hija natural
de una sociedad borrega y pagana.
Es una gente que solo se afana
por obtener ventaja personal,
pero por buscar el bien general
sienten siempre una tremenda desgana.
La sociedad desprecia los valores,
lo que nos mueve es el egoísmo,
que es el fruto de haber sido traidores
al gran mandamiento del cristianismo.
Por lo tanto, hermanos, no nos quejemos,
tenemos los líderes que merecemos.