Rajoy gobernó para los banqueros
y para los ricos que tienen acciones
y para los que viven de comisiones,
y para los políticos rateros.
Pero para los currantes y obreros
que realizan sus modestas funciones,
siguiendo las órdenes de sus patrones,
a esos los dejó a todos en cueros.
Doña Merkel le da gran alabanza
y dice que hizo un trabajo cabal,
porque recompuso la alta finanza.
Pero en cambio el parado habitual,
solo puede conseguir la pitanza
en el santo comedor parroquial.