Nos sobra un regimiento de asesores,
y sobra un ejército de funcionarios
pues muchos de ellos no son necesarios.
Sobra un montonazo de consultores
que son simples amigos vividores.
Sobran muchos de los parlamentarios
que tienen currículos de becarios
y sobran los cientos de directores.
Sobran muchas leyes socialistas
hechas aprisa y con poco seso
y hasta sobran los leones del Congreso
porque no ahuyentan a los congresistas.
Pero lo que más sobra y nos tiene aburridos
son las maquinarias de los partidos.