Muchos a su cuerpo le rinden culto,
pero olvidan su espíritu y su mente;
tienen musculatura prominente
pero el cerebro lo tienen inculto.
Su robusto bíceps muestra un gran bulto,
su tórax es vigoroso y potente,
pero lo que hay debajo de su frente
es un pobre córtex bastante estulto.
Son alérgicos a las reflexiones
y a los pensamientos metafísicos;
perfuman el cuerpo con cien lociones;
hacen cantidad de ejercicios físicos
van al gimnasio y hacen mil flexiones
pero sus espíritus están tísicos.