Ahora paso la vida contemplando
las mil maravillas de la creación,
y todo me causa gran admiración
y me deja pensativo y meditando.
He pasado la vida como soñando,
dedicando demasiada atención
a triquiñuelas vanas del montón,
y ahora, como que estoy despertando.
Para dar el gran salto estoy ya listo,
y para darle a este mundo el amén.
Estoy muy satisfecho y me doy pisto
de que estoy acertando al cien por cien,
pues yo sé que todo me saldrá bien
porque soy amigo de Jesucristo.