Nos quisieron matar al presidente
que por servirnos a todos suspira,
que nunca no ha dicho una mentira,
y que es tan humilde y tan complaciente.
Increíble que haya tan mala gente.
Su tesis ya todo el mundo la admira,
su cordura, confianza nos inspira
porque no es vanidoso y es prudente.
Ahora no nos hacen falta elecciones
para que su mando nos aproveche.
Ahora hacen falta muchas oraciones
para que el cielo inspire sus acciones,
y que en Moncloa mucho tiempo eche…
(muy bien enlatado y en escabeche).